Los que tenemos el privilegio de disfrutar del hermoso cambio de las cuatro estaciones del año, esperamos con ilusión cada tres meses un nuevo ciclo.
Hay algunos lugares del mundo donde no se dan las cuatro estaciones. Sin embargo, en esas zonas igual se disfruta de montañas nevadas, de hermosos paisajes llenos del color de los árboles y de las flores.
Cada cambio de estación, es de suma importancia para todos los habitantes de nuestro planeta. Para las plantas también. Por ello, hayan o no las cuatro estaciones, nuestro sabio cuerpo demanda una alimentación diferente, adaptándose a las necesidades del momento para reforzar de esa manera nuestro sistema inmunitario.
Tanto es así, que el descenso de temperaturas en otoño, hace que nos alimentemos con comidas que nos aportan calor al cuerpo.
Aunque en cada lugar del mundo la lista de alimentos de otoño es innumerable y distinta, lo interesante de esta estación, es que la naturaleza nos regala el alimento justo y perfecto.
Por ejemplo, en otoño nos van bien los frutos secos ya que nos dan energía.
Además de todos los cítricos y los antioxidantes para mantener nuestro sistema inmune elevado.
La calabaza, el boniato, puerro, berenjenas, calabacín, las alcachofas, los pimientos, manzanas,membrillos,y aguacates son básicos de otoño.
Las leguminosas como las lentejas, garbanzos, judías, y guisantes.
Las setas y hongos.
Las maravillosas hojas verdes que depuran nuestro organismo a través de la clorofila.
También podemos beneficiarnos de las crucíferas como la col, coliflor, y brócoli.
En otoño podemos incluir alimentos como los mencionados para que nos den vitalidad, alimentos que nos aporten un balance entre nuestra energía y la nutrición correcta, olvidándonos del cansancio o lo que ahora se le llama “astenia otoñal”.
La variación de temperatura que nos llega con el otoño, hace que modifiquemos un poco nuestro menú diario, aliándonos a los platos de cuchara, a platos un poco más densos, a un buen guiso. Por esta razón, es conveniente realizar caminatas largas para eliminar el incremento de las calorías ingeridas, sin dejar de lado el agua y los líquidos.
El verano nos abandona.
El otoño viene ya.