Nutricionismo

Durante el Paleolítico, el Homo sapiens utilizaba la caza, la pesca y la recolección como principales fuentes de alimentación, alternando plantas silvestres (frutos, semillas, raíces, tubérculos, setas) con proteínas animales (carne, pescado, insectos, moluscos, crustáceos).

La dieta humana depende en gran medida de la cultura y el entorno de cada población, abarcando desde pueblos como los inuit, prácticamente carnívoros, hasta vastos estratos de poblaciones tropicales casi vegetarianas.

Existe una serie de trastornos caracterizados por una alteración del comportamiento alimentario normal, con síntomas que van desde una ingesta excesiva y/o incontrolada de alimentos hasta el rechazo a comer. Muchos de estos trastornos se reconocen como trastornos psíquicos, entre los que se encuentran:

Nutrición humana

Los nutrientes son sustancias muy importantes para el crecimiento y la renovación de las estructuras de nuestro organismo. Estas sustancias se clasifican según determinadas características químicas en seis grupos.

Las grasas o lípidos son sustancias orgánicas insolubles en agua. En el organismo humano, cumplen esencialmente tres funciones:

  • 1) son una importante reserva energética;
  • 2) son componentes fundamentales de las membranas celulares de todos los tejidos;
  • 3) son precursores de sustancias que regulan el sistema cardiovascular, la coagulación sanguínea, la función renal y el sistema inmunitario.

Las sales minerales (calcio, fósforo, sodio, potasio, hierro, yodo, magnesio, selenio, zinc, etc.) son micronutrientes esenciales para el organismo. Los minerales tienen a la vez una acción catalizadora en los procesos

Una nutrición adecuada

Para defenderse de las infecciones y enfermedades, nuestro organismo -antes de verse obligado a recurrir a los medicamentos- pone en marcha su primera línea de defensa contra virus, bacterias, hongos, etc., representada por el sistema inmunitario.

En resumen: .

  • a) Una dieta variada y equilibrada de tipo mediterráneo proporciona los sustratos ideales para la proliferación de bacterias intestinales beneficiosas, en el sentido de que las nutre y, entre los componentes de la microbiota, selecciona los géneros y familias de bacterias «adecuados»;

  • b) Una dieta incorrecta, en el sentido de monótona, desequilibrada e incompleta, pone en peligro o incluso altera el equilibrio de la microbiota, favoreciendo la prevalencia de especies bacterianas potencialmente nocivas, que entre otras cosas producen sustancias proinflamatorias que en individuos predispuestos pueden dirigir al sistema inmunitario a atacar a nuestro propio organismo, dando lugar a la aparición de enfermedades autoinmunes