Ejercicios para salir de la dependencia emocional
A algunos los clasificamos así simplemente porque, por su propia naturaleza y desde luego no intencionadamente, no tienen una visión del mundo orientada hacia la autorrealización, el logro y el éxito: personas que no te apoyan ni te sostienen precisamente por su falta de visión.
Ocurre cuando te dirigen palabras desagradables, provocaciones y bromas, o cuando una persona no te escucha como debería. A veces alguien puede dejarte claro que no te respeta, que no reconoce tu papel o tu posición. O puede tener la percepción de que cierta persona está cruzando un límite invisible que debería estar ahí pero que finge no ver o no ve en absoluto.
Siempre que tengas problemas en una relación, recuerda que no importa lo que la otra persona haga o deje de hacer, siempre eres tú quien tiene que definir cuánta importancia darle y hasta qué punto sus palabras y acciones pueden afectar a tu esfera personal. Eres tú quien debe definir tu espacio, tus límites. Y hay que exigir que se respeten.
Frases para alejar a una persona
En este artículo vamos a describir el funcionamiento psicológico de una persona con TLP dentro de una relación y lo difícil que le resulta romper con ella.
Los fronterizos sienten -y a menudo con razón- que se les privó de una atención adecuada en la infancia y, como consecuencia, están enfadados, se sienten vacíos y con derecho a exigir, recibir y esperar atención. Como resultado, siempre están buscando llamar la atención y su búsqueda de atención pasa por encima de todas las normas de corrección tanto a nivel moral como ético.
Para mantener el vínculo bajo constante acusación, las fronteras se centran en los lados negativos de su pareja acusándole constantemente de fallos emocionales o interpretando los acontecimientos y el comportamiento de forma distorsionada, atribuyendo intenciones malévolas a los demás y, mientras tanto, manteniéndose a la defensiva atacando antes de ser atacado, hiriendo al otro antes de que el otro te hiera a ti.
Tienen un gran vacío, una herida incurable, pero cuando se sienten amados se dan cuenta paradójicamente de lo enorme que es ese abismo, recibir amor se convierte para ellos en algo necesario, pero al mismo tiempo doloroso, y por eso siempre están enfadados y dispuestos a herir al otro.
Dependencia afectiva
No confías en él. Estás atenazada por los celos y eres víctima de miedos paranoicos, que ni siquiera una agradable velada con él o unas vacaciones juntos pueden disipar. Sospechas y a menudo temes que te esté mintiendo. Le llamas y le envías mensajes de texto para reducir tu ansiedad y engañarte pensando que lo tienes bajo control.
Vives en una relación de dependencia. Sientes un vacío en tu interior que no puedes llenar y buscas en la otra persona la atención que deberías ser capaz de darte a ti mismo. Sufres y te atormentas con mil malos pensamientos, buscas confirmación constante en él porque te sientes insegura y frágil.
Dependencia emocional dejando a la pareja
Estudios recientes han relacionado la adicción al amor con la adicción a sustancias, centrándose principalmente en las similitudes y haciendo hincapié en ciertas características relacionadas con la duración y la frecuencia del sufrimiento percibido en la dependencia emocional.
Se habla de dependencia afectiva precisamente cuando una persona permite que los demás influyan en sus pensamientos y actitudes y sólo eso le permite sentirse serena: de este modo, cede a los demás el control de sus emociones y se vuelve totalmente dependiente de ellos.
La pareja se convierte en lo único que nos hace sentir bien y vivos, y de lo que no podemos prescindir, al igual que en la adicción a sustancias, aquí también el amor y la pareja se convierten en la única fuente de bienestar y obsesión, y salir de esta adicción se hace complicado y muy doloroso.
De hecho, la dependencia emocional se presenta de distintas formas, como la de buscar a alguien para sentirse completo y seguro, pero en el momento en que la otra persona se aleja uno se siente completamente perdido y a merced de emociones que, en algunos casos, pueden llegar incluso a la depresión.