Testimonios de pacientes con cáncer

A veces nuestros seres queridos dicen que quieren estar solos para no preocuparnos, pero otras veces realmente necesitan tiempo para estar solos y este sentimiento también debe aceptarse y respetarse.

Un diagnóstico de cáncer, sobre todo de cáncer avanzado, exige tomar muchas decisiones en poco tiempo: no sólo sobre el tipo de atención o tratamiento, sino también sobre la información que debe darse directamente al paciente.

Haciéndoles sentir parte de la familia, incluso en los momentos de crisis, es posible estar cerca de ellos para guiarles adecuadamente en la comprensión y aceptación de lo que está ocurriendo y hacerles comprender que, en cualquier caso, no estarán solos.

A veces, sin embargo, los niños no quieren visitar al paciente o no pueden por otras razones; en este caso hay otras formas de mostrar su interés, por ejemplo mediante una carta o un dibujo, o con un mensaje de voz, una canción o una llamada telefónica.

Primero recibí radioterapia, 30 sesiones, y luego 23 ciclos de quimioterapia. A día de hoy todavía me siento débil y no sé qué hacer. Tomo medicación antiepiléptica y antidepresiva, cada día tengo que ser fuerte y hacer lo que pueda para vivirlo al máximo.

¿Qué decir a un enfermo de cáncer?

A menudo, la mejor forma de comunicarse con alguien es simplemente escuchar; también es la mejor forma de demostrar que se está ahí para el paciente y de apoyarle a lo largo de su viaje. Un paciente de cáncer necesita procesar sus pensamientos y miedos a su propio tiempo y manera.

¿Qué no decir a una persona con cáncer?

Nada de decir «sé cómo te sientes» porque es imposible que una persona sana entienda por lo que está pasando el paciente. No sugiera que el estilo de vida anterior del paciente puede ser la causa de la enfermedad, aunque en realidad pueda haber contribuido. No pregunte por el pronóstico.

Carta a un amigo enfermo de cáncer

▪ Cuando visites a un amigo enfermo, escúchale con atención y empatía. No se apresure a dar consejos y no piense que necesariamente tiene que ofrecer soluciones. En su afán por decir algo, puede dejar escapar sin querer una frase desafortunada. Tu amigo no necesita necesariamente respuestas, sino alguien que le escuche con el corazón y la mente dispuestos a recibir.

▪ Desde el momento del diagnóstico y a lo largo del curso de la enfermedad, las necesidades de tu amigo cambiarán. Pero aún puede necesitar ayuda. En lugar de decir algo general como «si necesitas ayuda, llámame», intenta ser específico. Ofrécete a ayudar con las cosas cotidianas. Preparar la comida, limpiar, lavar, planchar, hacer recados, hacer la compra o llevar a tu amigo al hospital para que reciba tratamiento son algunas de las formas concretas de demostrar tu interés. Ser fiable y puntual. Mantén tu palabra y cumple tus compromisos. – Mateo 5:37.

Cómo animar a un enfermo

A veces nuestros seres queridos dicen que quieren estar solos para no preocuparnos, pero otras veces realmente necesitan tiempo para estar solos, y este sentimiento también debe aceptarse y respetarse.

Un diagnóstico de cáncer, sobre todo de cáncer avanzado, exige tomar muchas decisiones en poco tiempo: no sólo sobre el tipo de atención o tratamiento, sino también sobre la información que debe darse directamente al paciente.

Haciéndoles sentir parte de la familia, incluso en los momentos de crisis, es posible estar cerca de ellos para guiarles adecuadamente en la comprensión y aceptación de lo que está ocurriendo y hacerles comprender que, en cualquier caso, no estarán solos.

A veces, sin embargo, los niños no quieren visitar al paciente o no pueden por otras razones; en este caso hay otras formas de mostrar su interés, por ejemplo mediante una carta o un dibujo, o con un mensaje de voz, una canción o una llamada telefónica.

Primero me sometí a radioterapia, 30 sesiones, y luego a 23 ciclos de quimioterapia. A día de hoy todavía me siento débil y no sé qué hacer. Tomo medicación antiepiléptica y antidepresiva, cada día tengo que ser fuerte y hacer lo que pueda para vivirlo al máximo.

Amar a un hombre con cáncer

Por ejemplo, las benzodiacepinas, que no siempre están indicadas en el tratamiento crónico de la ansiedad y la angustia en un individuo con una elevada esperanza de vida, pueden ser muy eficaces en el moribundo, ya que alivian la tensión emocional y el miedo.

Aunque éste sigue siendo el modelo para comprender el funcionamiento mental y emocional de quienes reciben un pronóstico de muerte, ahora sabemos que no siempre se alcanza la fase de aceptación.

Durante la fase terminal, el cuerpo del moribundo, sus funciones corporales, su estado de conciencia, sus necesidades e incluso su comportamiento cambian y existen algunas medidas prácticas para atender estos cambios.

Si observa que su ser querido tiene problemas para tragar o corre riesgo de atragantarse mientras come o bebe, o tose o se aclara la garganta con frecuencia mientras come o bebe, póngase en contacto con un profesional.

El moribundo puede estar intentando sentarse o levantarse: ofrézcale ayuda, por ejemplo sentándole en el borde de la cama con los pies en el suelo o ayudándole a hacer pequeños movimientos juntos en la cama.