El ruido amenaza la convivencia en Colmenar Viejo: una crisis de contaminación acústica que exige acción

Un verano turbulento: Colmenar Viejo bajo el asedio del ruido nocturno

El verano en Colmenar Viejo ha dejado de ser una época tranquila para los vecinos de este municipio. Las noches, antes apacibles, ahora se ven interrumpidas por una serie de ruidos que están afectando seriamente la convivencia. Desde aviones que sobrevuelan el municipio en vuelos nocturnos, hasta coches que circulan con la música a todo volumen, la contaminación acústica se ha convertido en una preocupación creciente.

Aviones nocturnos: una queja recurrente sin respuesta

En 2023, la Asociación de Vecinos de Colmenar Viejo presentó una queja formal ante AENA debido al continuo tránsito de aviones sobre zonas urbanas durante la noche. Sin embargo, la respuesta de AENA fue clara: cualquier modificación de las rutas aéreas debe ser solicitada por el Ayuntamiento, específicamente por el alcalde. A pesar del aumento de quejas por parte de los residentes, la administración local parece no haber tomado medidas concretas. Esto ha generado un malestar entre los vecinos, que ven cómo su descanso nocturno se ve alterado sin que se actúe para remediarlo.

Zonas de ocio: epicentros de la contaminación acústica

Otra área crítica en términos de ruido es la zona del Mirador de Colmenar Viejo. Los vecinos que residen en las calles Corazón de María, Molino de Viento y en las inmediaciones del Auditorio de la Villa han denunciado repetidamente el impacto de una discoteca de verano que opera durante las noches de fines de semana y festivos. Aunque existen sentencias judiciales que obligan al Ayuntamiento a tomar medidas, estas han sido insuficientes y tardías. Las mediciones de ruido realizadas el mes pasado fueron avisadas previamente a la propiedad de la discoteca y se realizaron cerca del horario de cierre, cuando el volumen de la música ya había disminuido.

El ocio nocturno informal: un nuevo foco de molestias

Además de los locales de ocio, los vecinos también tienen que lidiar con la concentración de personas a las puertas de estos establecimientos y con grupos de jóvenes que, tras el cierre de los locales, permanecen en los aparcamientos del Centro Comercial El Mirador o en la calle Padre Claret con la música a todo volumen. Esta nueva práctica ha convertido el descanso de los vecinos en un bien cada vez más escaso.

Ruido de vehículos y reuniones en parques: más problemas para el descanso

El tránsito de vehículos con música a gran volumen a altas horas de la madrugada, el petardeo de los motores, especialmente de motocicletas, y las reuniones de grupos de personas en parques como el Parque de los Héroes, Cosme Jerez o Félix Rodríguez de la Fuente, son otras fuentes de contaminación acústica que los vecinos de Colmenar Viejo deben soportar. Estas situaciones, que en otros tiempos podrían haber sido excepcionales, se han convertido en una rutina nocturna.

La raíz de muchos de estos problemas, según la Asociación de Vecinos, está en la deficiente redacción de la Ordenanza Municipal de Contaminación Acústica. Esta normativa carece de protocolos claros que permitan a la Policía Local actuar de manera efectiva, ya que no estipula cómo deben realizarse las mediciones de ruido, especialmente cuando provienen de motores de vehículos o de locales de ocio. Además, la falta de un mapa de ruidos actualizado que defina las zonas de mayor sensibilidad acústica contribuye a que el problema se agrave.

La situación actual se agrava por la aparente falta de voluntad política tanto del gobierno local, formado por PP y Vox, como de la oposición. En lugar de abordar los problemas que afectan directamente a la convivencia en el municipio, los debates en los plenos municipales se centran en cuestiones ajenas a las preocupaciones de los vecinos. Esta inacción ha permitido que la contaminación acústica se convierta en una amenaza seria para la calidad de vida en Colmenar Viejo.