La práctica regular de ejercicio ayuda a reducir la ansiedad y el pánico. ¡Aprovéchalo!
Si bien es cierto que los problemas de ansiedad son cada vez más frecuentes, también tiende a crecer el número de estudios que señalan los múltiples beneficios del deporte para combatir la ansiedad y el pánico.
Además de la terapia cognitivo-conductual y la adopción de buenos hábitos de vida, el ejercicio también contribuye en gran medida a proporcionar un alivio integral a las personas que padecen trastornos de ansiedad y pánico. En las siguientes líneas presentamos los beneficios de la actividad física y explicamos por qué es importante no descuidarlos.
La práctica del deporte ayuda a luchar contra la ansiedad del día a día
La práctica regular de ejercicio físico mejora el estado de ánimo y aumenta la sensación de bienestar. Por lo tanto, para las personas ansiosas, es aconsejable realizar una actividad física.
Diversos estudios indican que la práctica del deporte disminuye los niveles de ansiedad de estado, es decir, la reacción ansiógena que se manifiesta ante una situación concreta y limitada.
El ejercicio regular ayuda a reducir los niveles de ansiedad general relacionados con factores biológicos y de personalidad, propios de las personas predispuestas a ser más ansiosas e impresionables, con tendencia a sobrestimar los riesgos y a mantener un alto nivel de alerta.
En cuanto a los ataques de pánico, muchas personas que sufren este trastorno tienen miedo de los síntomas físicos que acompañan a un ataque, por lo que manifiestan un estado de hipervigilancia ante la más mínima variación que pueda afectar a su ritmo cardíaco, sudoración, respiración, etc.
Beneficios biológicos del deporte
Ya sabemos que el ejercicio físico regula los sistemas cardiovascular y respiratorio, actuando sobre el sistema nervioso autónomo. Esta mejora puede aumentar la capacidad del organismo para modular su reacción a las necesidades que presenta el entorno.
La práctica deportiva favorece el aumento a largo plazo de los niveles de serotonina (el neurotransmisor del bienestar), implicado en la respuesta del organismo al estrés. El aumento de los niveles de serotonina en el cerebro puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad.
Además, la actividad física ayuda a estimular la glándula pituitaria, que participa en la producción de endorfinas. Estas morfinas internas son hormonas relacionadas con las funciones de neurotransmisión, implicadas en la regulación del dolor y la sensación de bienestar.
Beneficios psicológicos del deporte
En cuanto a los mecanismos psicológicos, se observa que el ejercicio regular mejora el estado de ánimo. Además, podría ser útil para quienes sufren de insomnio.
Aumenta la sensación de fuerza, seguridad y control sobre uno mismo y su entorno. En este sentido, ayuda a mejorar la percepción del sentido de autoeficacia.
La práctica semanal de un deporte puede optimizar la autoestima, porque los cambios que se producen en el cuerpo ayudan a mejorar la imagen de la propia apariencia y promueven sentimientos de mayor dominio de las habilidades y capacidades físicas. Es importante elegir actividades físicas que sean agradables y placenteras para poder practicarlas de forma regular.
Las personas ansiosas, que a menudo tienden a aislarse, se ven «obligados» a salir de casa y el deporte proporciona un medio de socialización con otras personas, ya sea al aire libre o en gimnasios.
La idea es conseguir que desarrollen la sociabilidad y salgan de su encierro, activen sus endorfinas y consigan establecer contacto con su cuerpo de forma positiva.