Muchas personas no tienen aire acondicionado en sus casas o no quieren instalarlo. Una gran alternativa es el ventilador, pero ¿qué modelos hay?

Estamos en las puertas del verano y del calor. Muchos son aquellos que no se pueden ir de vacaciones y se tiene que quedar en la ciudad sufriendo el calor

Sin duda, la solución más efectiva para esto, es la compra de un aparato de aire acondicionado. Sin embargo, no todo el mundo puede permitirse ciertos costes de compra e instalación. Por esto, la compra de un ventilador, puede ser la forma más económica y práctica de combatir el calor.

Como elegir un Ventilador

Elegir el ventilador adecuado: ¿Qué modelos hay en el mercado?

Elegir el ventilador adecuado no sólo significa comprar uno que no consuma demasiada energía o buscar uno con el mejor precio, sino también encontrar el modelo que mejor se adapte a tus necesidades. De hecho, se corre el riesgo de no comprar el adecuado y no conseguir el grado de frescor o alivio que estamos buscando.

Tipos de Ventiladores

Los diferentes modelos de ventiladores que existen en el mercado,  se dividen principalmente en fijos y portátiles.

Ventiladores fijos

Sólo hay un tipo de ventilador fijo que se puede comprar para una casa normal, y es el clásico ventilador de techo con aspas. Este es el tipo del que se obtiene un flujo de aire más agradable y uniforme, delicado, no directo y, por tanto, menos perjudicial para la salud. El ventilador de techo es el modelo adecuado si lo que se quiere es  hacer circular el aire en las habitaciones.

Ventiladores Portátiles

En cambio, los ventiladores portátiles se dividen básicamente en dos tipos diferentes:

Ventiladores montados en el suelo:

son los que se montan sobre un pedestal o un poste y están diseñados para ventilar habitaciones grandes, sin la molestia de instalar las aspas en el techo. No obstante, hay que tener en cuenta que los ventiladores de suelo sólo ofrecen un flujo de aire a la altura de las aspas.

Ventiladores de pie

Son los clásicos ventiladores que se pueden colocar sobre un mueble. Están diseñados para una ventilación más contenida y directa a un punto preciso. Por este motivo, no son adecuados para las habitaciones grandes, pero tienen la ventaja de que se pueden mover cerca de ti, para disfrutar más. Por lo general, puedes elegir que giren con un movimiento constante o que apunten fijo hacia una dirección precisa.

¿Qué ventajas aporta un ventilador?

Como hemos dicho, el ventilador es el principal competidor del aire acondicionado a la hora de enfriar el ambiente. Por lo tanto, es bueno ver cuáles son las ventajas de los primeros sobre los segundos.

  • En primer lugar, el consumo de energía que tendrás que afrontar con un ventilador es mucho menor que con un aire acondicionado: se calcula que se consume hasta 15 veces menos. De hecho, el consumo medio de un ventilador es de unos 50 W por hora, frente a los 700 W de un aire acondicionado medio.
  • En segundo lugar, el ahorro también se encuentra en el precio de compra: un ventilador cuesta mucho menos que un aparato de aire acondicionado y, salvo en el caso del modelo de techo y sólo en determinadas condiciones, ni siquiera implica obras eléctricas o de albañilería.
  • Por último, tampoco hay que subestimar las consecuencias para la salud. En primer lugar, un ventilador es un aparato menos contaminante que un aire acondicionado. En segundo lugar, el frescor que ofrece es menos perjudicial para la salud. De hecho, un ventilador no modifica artificialmente el aire sino que, simplemente, acelera su movimiento.

Características a tener en cuenta  a la hora de elegir un ventilador

La Base

La primera característica estructural que hay que observar se refiere al tipo de base con la que está equipado el ventilador. Los ventiladores de pedestal pueden tener tres bases diferentes: la clásica base redonda (muy similar a la de las lámparas) en la que se inserta una varilla vertical, una base formada por cuatro pies cruzados o una base redonda equipada con un cilindro giratorio. El primer tipo de base es muy común, tanto entre los modelos que pertenecen a una gama de precios media-baja como entre los modelos más baratos. La base redonda se adapta bien a los suelos lisos, como el parqué  mientras que puede no ser muy cómoda en los suelos de baldosas de cerámica. El segundo tipo de base, con cuatro pies cruzados, también es muy popular: a diferencia de la base redonda, este tipo es adecuado para todo tipo de suelos, aunque según algunos expertos sería menos estable que la base redonda.

Varilla

La pértiga del ventilador de pie es el componente que conecta la base con las aspas. Esta pieza es el verdadero rasgo distintivo del tipo de ventilador que nos ocupa: su utilidad es precisamente la de permitir una acción de enfriamiento que vaya de arriba a abajo, para enfriar uniformemente el espacio y limitar los golpes de aire directos. Los modelos más sencillos tienen una varilla no ajustable, de aproximadamente 1,3 m de longitud. Los productos de mayor precio, en cambio, ofrecen la posibilidad de ajustar la altura de la barra a su gusto. Esto es una ventaja, porque puedes adaptar el diseño del ventilador a tus necesidades específicas.

Diámetro de la hoja

Otro elemento estructural a tener en cuenta a la hora de elegir un ventilador de pie está relacionado con el tamaño de las aspas. Este aspecto está estrechamente relacionado con la practicidad del producto, ya que dependiendo del diámetro de la circunferencia descrita por la rotación de las aspas variará tanto el nivel de ruido como la cantidad de aire que el ventilador es capaz de mover. Es preferible comprar productos que tengan aspas grandes: estos modelos serán más silenciosos y ofrecerán un mejor efecto de alivio.

Jaula de protección

El último elemento estructural de un ventilador de suelo es la jaula donde se encuentran las aspas. Este componente es muy importante porque evita que los dedos entren en contacto con las cuchillas en movimiento. La rejilla de protección puede ser desmontable o fija, y este aspecto concreto lo observaremos en el factor dedicado a la practicidad de uso del ventilador, porque lo que nos interesa subrayar en este apartado es la amplitud de los filamentos de los que se compone la jaula. Los filamentos muy juntos son sin duda más seguros, ya que impiden el contacto con las cuchillas incluso a quienes tienen dedos muy pequeños (por ejemplo, los niños), pero al mismo tiempo permiten el paso de un menor flujo de aire. Lo ideal es comprar ventiladores con filamentos lo suficientemente gruesos para evitar el contacto con las aspas, pero lo suficientemente finos para permitir una buena acción de refrigeración.

 Rotación

La mayoría de los productos disponibles actualmente en el mercado tienen palas que realizan una rotación horizontal automática: la cabeza del ventilador se moverá, por tanto, alternativamente de derecha a izquierda y de izquierda a derecha. Este movimiento se produce en todos los productos, independientemente de la gama de precios; sin embargo, lo que varía entre los modelos es la amplitud del ángulo de rotación. Los modelos más sencillos permiten una rotación de unos 50°, mientras que los modelos más particulares tienen cuchillas que pueden girar incluso 180°. Una rotación más amplia permite enfriar uniformemente incluso  en espacios grandes, por el contrario un ángulo de rotación menor es más adecuado para espacios pequeños.

Funciones

Hasta hace unos años, los ventiladores de pie eran todos muy sencillos, sin programas especiales y con sólo tres velocidades. Los modelos actualmente en el mercado, en cambio, tienen muchos programas específicos que permiten personalizar al máximo el flujo de aire, programar la activación y controlar a distancia el encendido y apagado.

  • Ajuste de la velocidad de rotación: esta función es muy importante, ya que al variar la velocidad de rotación de las aspas, variará la intensidad del chorro de aire producido por el ventilador. En algunos modelos hay un mando para ajustar la velocidad de rotación, mientras que en otros casos hay botones dedicados a las distintas intensidades. Los productos más sofisticados permiten elegir entre múltiples niveles (en algunos casos más de 15 intensidades), mientras que los ventiladores más sencillos ofrecen una gama de unas 5 velocidades;
  • Modo brisa: también conocido como modo «viento», esta función permite la variación automática de la velocidad de rotación. Se trata de un flujo de aire con una intensidad gradual, que nos dará la sensación de estar al aire libre en presencia del viento natural: un gran valor añadido, sobre todo para quienes no quieren crear una diferencia de temperatura demasiado acusada entre el interior de la casa y el exterior;
  • Modo nocturno: también esta función está relacionada con la velocidad de rotación de las aspas. Ajustando este programa obtendrá un chorro de aire muy ligero y poco ruidoso, especialmente adecuado para las horas nocturnas. Durante el sueño, de hecho, la temperatura del cuerpo tiende naturalmente a bajar: incluso en situaciones de calor sofocante, por lo tanto, no es aconsejable dormir con un flujo de aire demasiado fuerte porque podremos ser victimas del típico resfriado de verano;
  • Mando a distancia: como se puede adivinar por su nombre, esta función permite ajustar los parámetros de encendido/apagado y velocidad de rotación a distancia mediante un mando a distancia con botones específicos. Esta función es especialmente útil a determinadas horas del día, como por ejemplo por la noche o a primera hora de la tarde. Gracias a esto, de hecho, se puede seleccionar fácilmente la intensidad del chorro de aire deseado mientras se está cómodamente sentado en el sofá o tumbado en la cama;
  • Temporizador: la última función que hemos identificado es el temporizador, que permite programar con antelación la activación y el apagado del ventilador. Esta función es menos común que las otras observadas anteriormente, sin embargo es muy útil para aquellos que quieren utilizar el ventilador en momentos predefinidos, incluso cuando no están físicamente en casa. Los productos que disponen de esta función suelen estar equipados con una pantalla retroiluminada en la que se pueden comprobar los diferentes ajustes.