Esculturas y pintura abstracta llenan de arte Colmenar Viejo en octubre
El Centro Cultural Pablo Ruiz Picasso de Colmenar Viejo acoge en octubre dos propuestas artísticas muy diferentes pero complementarias: la exposición escultórica “Caminantes de sombras”, de Diego Naret, y la muestra pictórica abstracta “La energía de lo inmediato”, de María Jesús Rodríguez Alonso. Ambas estarán disponibles a lo largo del mes, ofreciendo al público experiencias únicas que mezclan naturaleza, emoción y reflexión.
Caminantes de sombras: mitología ambiental hecha escultura
La Sala Picasso alberga del 26 de septiembre al 27 de octubre la exposición de Diego Naret, compuesta por alrededor de 60 esculturas que oscilan entre los 30 centímetros y los tres metros de altura. Cada pieza representa un personaje de una mitología creada por el artista, en la que seres fantásticos protegen elementos de la naturaleza como el agua, los árboles, el viento o los animales.
La propuesta combina lo visual, lo narrativo y lo sonoro. Junto a cada escultura se incluye una cartela explicativa y un código QR que permite acceder a narraciones en audio para profundizar en la historia del personaje. Con ello, la muestra ofrece una experiencia inmersiva que invita a reflexionar sobre el papel del ser humano como cuidador del entorno.
Diego Naret, un artista con sello propio
Nacido en Santander en 1980, Naret se dedica al arte desde 2019. Su obra parte de la creación de un universo mitológico con el que busca conectar al espectador con la naturaleza, generando un puente entre lo fantástico y lo real.
La energía de lo inmediato: abstracción y emoción
En el Vestíbulo, del 2 al 28 de octubre, se podrá visitar la exposición pictórica de María Jesús Rodríguez Alonso, compuesta por entre 15 y 20 lienzos en acrílico y técnica mixta. Sus obras abstractas reflejan la búsqueda de espontaneidad y emoción, donde cada pincelada es una expresión de sentimientos más que una representación figurativa.
La artista, nacida en Reutlingen (Alemania) y residente en Madrid, utiliza el color sin límites como vehículo de introspección, inspirándose en la naturaleza y en la necesidad de expresar su mundo interior a través de la pintura.