Todo sobre la ninfomanía
Ninfomanía: ¿cuáles son las causas por las que las mujeres no quieren dejan de tener sexo?
La sexualidad de una mujer con ninfomanía se convierte en algo engorroso, en una auténtica adicción al sexo y a la actividad sexual, como una droga: pero ¿cuáles son las causas que determinan el desarrollo de este comportamiento en la mujer? Este tipo de impulso sexual está ligado a una profunda insatisfacción psicofísica. La psicología atribuye la ninfomanía a la presencia de un verdadero vacío emocional, que la ninfómana trata de llenar con una búsqueda obsesiva de un contacto sexual siempre nuevo capaz de proporcionarle sensaciones satisfactorias y placer físico. Lo que subyace es una profunda insatisfacción, no física sino psicológica, que obviamente no se llena con el sexo y el disfrute corporal. La ninfómana tiene este típico comportamiento de ir de hombre en hombre y buscar compulsivamente nuevas parejas porque cada vez culpa inconscientemente de su insatisfacción a su pareja actual y es completamente incapaz de centrarse en las verdaderas causas de su ninfomanía, es decir, que está experimentando un malestar interior que ningún hombre ni ningún orgasmo podrán remediar.
¿Cuándo y por qué la ninfomanía es una patología sexual…?
La ninfomanía es un término recurrente en la historia de la medicina. La palabra ninfomanía proviene del griego y combina las palabras ninfa (novia) y manía. Fue utilizado por primera vez en 1771 por un médico francés llamado J.D.T de Bienville, que también escribió un estudio sobre el tema, «Nymphomania, or Treatise on Uterine Fury». Durante varias décadas, la ninfomanía se consideró una perversión y también una patología sexual femenina, a veces acompañada de otros trastornos sexuales como la anorgasmia y la frigidez, es decir, la incapacidad de la mujer para excitarse y alcanzar la cima del placer sexual, el orgasmo, durante el coito. No fue hasta la década de 1990 que la Organización Mundial de la Salud eliminó la ninfomanía de la lista de trastornos sexuales. Hoy en día, la ninfomanía se considera una forma de hipersexualidad. La ninfomanía también tiene su contrapartida en el género masculino. El término utilizado para los hombres en este caso es satyriasis, que se refiere a un instinto morboso en los hombres para aparearse con el fin de tener sexo tan a menudo como sea posible.
Ninfomanía: cómo ayudar a una ninfómana
Podemos considerar la ninfomanía como una adicción, al mismo nivel que el alcohol y las drogas. El sexo se convierte en un sustituto del amor y se utiliza para llenar las carencias psicológicas de la ninfómana. Las ninfómanas muestran una verdadera adicción sexual y suelen recurrir a la masturbación para satisfacer sus constantes deseos, de forma frecuente y a menudo exhibicionista. La ninfómana cree que satisfaciendo su deseo sexual alivia el gran estrés que asola su vida, que es capaz de controlar las dificultades y los pensamientos que se agolpan en su mente. La libido de una ninfómana es excesiva y morbosa, no conoce límites y suele manifestarse en episodios de seducción incontrolada cuyo único objetivo es consumar una relación sexual tras otra. Pero la ninfomanía se puede curar. Como ocurre con otras adicciones, la ninfomanía requiere ayuda médica. Para superar esta condición de instinto sexual mórbido, se necesitan fármacos -prescritos, por supuesto, por un especialista con experiencia- y un curso adecuado de psicoterapia cognitivo-conductual que pueda devolver a la mujer su propia vida y su propia escala de prioridades, liberándola de la obsesión por el sexo y de la idea de poder calmar su ansiedad sólo durante el coito. La ninfomanía esconde muy a menudo enfermedades psicológicas, episodios recurrentes de depresión o ciertas enfermedades neurológicas y disfunciones endocrinas. Si el sexo es una obsesión o una obsesión de la que no puedes prescindir, busca el consejo de un especialista: ¡las causas de tu insatisfacción pueden ser mucho más profundas!