La masturbación es una práctica natural que contribuye al autodescubrimiento y, por tanto, puede mejorar las relaciones sexuales. También hay juguetes sexuales que pueden hacerlo más placentero (como los estimuladores de clítoris).

La masturbación femenina es una práctica natural y extendida, aunque no se suele hablar mucho de ella. Permite experimentar sensaciones agradables, libera de tensiones, ayuda a entrenar los músculos pélvicos y, por supuesto, estimula la liberación de oxitocina, serotonina y endorfinas.

Pues bien, si hay un aspecto que se desprende de la búsqueda del placer en la soledad, es el hecho de que ayuda a las mujeres a sentirse más a gusto con su cuerpo, ya que les ayuda a conocerlo mejor, a comprenderlo y, al mismo tiempo, a descubrir qué les gusta más, qué menos y por qué. Los juguetes sexuales, también contribuyen a ello.

Sin duda, cuando una mujer se siente a gusto consigo misma, su autoestima y confianza aumentan y, por lo tanto, es posible abrirse a las posibilidades y alcanzar el placer.

La masturbación femenina: una práctica saludable

Buscar sólo el placer no es una práctica insana. Por el contrario, es beneficioso en muchos aspectos: por ejemplo, fortalece el suelo pélvico y alivia el dolor menstrual.

Para llegar al orgasmo, hay que dedicar el tiempo suficiente al proceso. Es decir, hay que tomarse tiempo para relajarse y crear, poco a poco, una atmósfera de intimidad que invite a acariciarse.

Masturbarse no significa completar tres pasos y terminar todo el proceso en 60 segundos o menos. Es una práctica que debe experimentarse plenamente, sin dejar que la ansiedad gane terreno al pensar en el tiempo que nos estamos tomando.

Para algunas mujeres, el primer paso es fantasear y dejar que la mente obtenga placer de la fantasía. Esto ayuda a relajar el cuerpo y, por tanto, a hacer que reaccione positivamente al tacto. La mente desempeña un papel fundamental en la excitación y el placer, y el consejo es estimularla.

Sin embargo, hay quienes lo relegan a un papel secundario, prefiriendo primero acariciar su cuerpo (no sólo la vagina). Otros, sin embargo, proceden en ambas direcciones, estimulándose a la vez que dejan volar su imaginación, consiguiendo así abandonarse al momento, disfrutar y, paso a paso, lubricarse.

Consejos para alcanzar el placer

Deja volar tu imaginación. Estimule su mente tanto como su cuerpo. Recrea mentalmente los detalles de tus fantasías y haz que ese momento sea sólo tuyo.
Estimulación. Concéntrate en los dedos que tocan el cuerpo, la presión, los movimientos que hacen, el calor… También puedes utilizar suavemente juguetes sexuales.
Mima tu clítoris Esta zona es especialmente sensible y experimentará un intenso placer durante la estimulación.
No te concentres sólo en la penetración. Juega con los labios mayores, acaricia el pubis y baja hasta el clítoris.
No necesitas necesariamente la penetración vaginal para llegar al orgasmo, así que no te sientas obligada a hacerlo cuando tengas ganas de masturbarte (especialmente si es tu primera vez).
Utiliza los dedos corazón y anular, ya que estos dedos no ejercen tanta presión como el índice y pueden ayudarte a experimentar sensaciones placenteras más fácilmente.
Alterna los movimientos y el ritmo. Más rápido, más lento, hacia arriba, hacia abajo, con movimientos circulares, con más o menos presión. ¡Juega!
Si es necesario, aplique un lubricante para facilitar el movimiento de los dedos.
Experimento. Boca abajo, abajo… Encuentra la posición que más te guste.

La primera vez

Algunas mujeres recomiendan utilizar lubricante la primera vez, para que los dedos se muevan más fácilmente y el roce sea mucho más agradable. Por otro lado, recomiendan centrarse en la zona del clítoris y hacerlo sólo para acariciarlo. Sin embargo, esto varía de una mujer a otra.

Para crear el ambiente, empieza a acariciar tu clítoris como si te estuvieras masajeando con movimientos relajantes. Los movimientos suaves, lentos y circulares serán agradables y, poco a poco, te llevarán a un viaje de fantasía.

Procede lentamente, siguiendo tus sensaciones, cambiando el ritmo y los movimientos (como hemos dicho antes). Evita los movimientos bruscos y los roces agresivos.

Aunque no es tan común, algunas mujeres, durante su primera vez, se estimulan con juguetes sexuales que les permiten elegir entre diferentes modos, como el estimulador de clítoris.

Los expertos afirman que cuanto más conozcamos nuestro cuerpo, más fácil será buscar el placer y alcanzar el orgasmo. Por ello, uno de los principales beneficios de la masturbación femenina es que permite encontrar el mejor camino hacia el clímax.

Juguetes sexuales y masturbación femenina

En la masturbación femenina no sólo hay espacio para los dedos, sino también para los juguetes sexuales. Aunque el consolador, en general, es el más conocido, no es el único que ayuda a alcanzar la cima del placer. Hay otros juguetes, con diferentes formas y funcionalidades, que son muy apreciados.