Hay muchas películas inolvidables en el mundo del séptimo arte. El tiempo pasa, pero ellas nunca envejecen o pasan de moda. Te ofrecemos algunas de las que puede que hayan marcado un antes y un después en la historia del cine

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Ciudadano Kane, dirigida por Orson Welles (1941)

El debut como director de Orson Welles está considerado como una de las películas más importantes de la historia del cine. Ciudadano Kane cuenta la vida del magnate de la prensa Charles Foster Kane (Orson Welles), que muere al final de su carrera, abandonado por todos. Su última palabra es «Rosebud». Un misterio que el director de un noticiero quiere descubrir a través de una investigación. Cinco personas que lo conocieron muy bien cuentan partes de su vida y es el público quien debe armar el rompecabezas. La modernidad irrumpe en el cine antes del advenimiento del cine moderno: una estructura entrelazada que rompe la regla fundamental de la ilusión de realidad del cine clásico, la ausencia de un protagonista, de un final feliz y de un significado evidente.

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ciudadano kane orson welles

Casablanca, dirigida por Michael Curtiz (1942)

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Convertida con el tiempo en uno de los hitos del cine clásico de Hollywood, Casablanca ha inspirado a muchos directores y ha sido objeto de parodias, llegando incluso a convertirse en un mito. Rick Blaine (Humphrey Bogart) vive en Casablanca mientras los nazis arrasan Europa. Su deseo de «mantenerse al margen» se ve frustrado por la llegada de una mujer de la que sigue enamorado (Ingrid Bergman) y por un fervor político que aún no se ha apagado. Algunas escenas han quedado imborrables, como la del pianista Sam («Tócala otra vez Sam»)

actores de la película casablanca

Sunset Boulevard, dirigida por Billy Wilder (1950)

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Joe Gillis (William Holden) es un guionista sin dinero que vive y trabaja en Hollywood. Para escapar de sus deudas, se refugia en una gran mansión donde vive una vieja estrella del cine mudo (Gloria Swanson). A cambio de su hospitalidad, le ofrece escribir con ella una nueva película para presentársela a Cecil DeMille… Por primera vez, la voz del narrador es la de una persona muerta y la película se cuenta en flashback. Después de Sunset Boulevard, esta estructura se repetiría una y otra vez, pero la película es una de las que deja huella por muchas razones.

 Sunset Boulevard película

Los cuatrocientos golpes, dirigida por François Truffaut (1959)

Los 400 golpes inauguró un etapa gloriosa dentro del cine francés  y, al mismo tiempo, un ciclo de películas que Truffaut dedicó a su alter ego Antoine Doinel (Jean Pierre Léaud). La infancia, una edad incomprendida por el mundo de los adultos, una huida hacia delante de las instituciones, ya sean de clase o familiares, y un marco de parada mirando al mar. Hacer los 400 golpes en francés significa «hacer todo tipo de cosas». Truffaut se desnudó por completo, se puso en escena a sí mismo y una nueva forma de entender el cine.

Psyco (Psicosis), dirigida por Alfred Hitchcock (1960)

 Con Psicosis, Hitchcock eleva el listón del miedo, mezclando suspense y sorpresa. La escena de la ducha queda grabada en la mente del espectador para siempre, y no es la única. La protagonista Marion Crane (Janet Leigh) huye tras robar dinero para cambiar su vida, pero se encuentra con Norman Bates (Anthony Perkins) y la película vuelve a empezar más de cuarenta minutos después del comienzo. Una vuelta de tuerca tras otra, el maestro del suspense nos regala una de sus películas más inquietantes.

2001: Una odisea del espacio, dirigida por Stanley Kubrick (1969)

2001: Una odisea del espacio trata del hombre y su historia, en particular de la evolución del ser humano. La obra más ambiciosa de Stanley Kubrick nos transporta del pasado lejano al futuro cercano, llevándonos a millones de años en el tiempo. Desde los albores de la humanidad hasta el primer vuelo a Júpiter, hay un monolito pulido que asusta a los simios antropoides y asombra a los científicos de la base lunar: quizá contenga los secretos del universo. Enigmática, visualmente impactante, una película que lleva la ciencia ficción al más alto nivel.

El Padrino, dirigida por Francis Ford Coppola (1972)

El Padrino es la primera de las tres películas que componen la trilogía más famosa de todos los tiempos. Inspirada en la novela homónima de Mario Puzo de 1969, El Padrino de Coppola inauguró una nueva forma de contar la historia de la mafia, diseccionándola desde dentro e idealizando en parte sus figuras y rituales. La fotografía, el montaje, la música (de Nino Rota), las interpretaciones, todo en esta película influyó en el futuro cine de género.

Taxi Driver, dirigida por Martin Scorsese (1976)

Travis Bickle (Robert De Niro) es un exmarine veterano de la guerra de Vietnam que intenta superar sus traumas. Sufre de insomnio y decide conseguir un trabajo nocturno, pero no hay un momento en sus días en que pueda adaptarse a su entorno. De Niro está excelente y la película es una denuncia sin tapujos de los horrores de una guerra que muchos consideraron innecesaria. La soledad, la alienación y la incapacidad de ir más allá de las apariencias. Taxi Driver pone en escena esto y mucho más

Blade Runner, dirigida por Ridley Scott (1982)

De nuevo la ciencia ficción al servicio de profundas reflexiones y preguntas sobre el sentido de la existencia. He visto cosas que vosotros los humanos… el monólogo pronunciado por el replicante Rutger Hauer se ha convertido en un eslogan y el futuro despótico que representa ha entrado con fuerza en el imaginario colectivo. Al fin y al cabo, se basa en Philip Dick y en su novela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? y en los grandes interrogantes que esta obra plantea.

Érase una vez en América, dirigida por Sergio Leone (1984)

La historia se cuenta a lo largo de aproximadamente cuarenta y cinco años, divididos en tres marcos temporales: juventud, madurez y vejez. El tiempo es el verdadero protagonista de Érase una vez en América, un viaje a través de la memoria, en busca de un tiempo perdido. Tras negarse a dirigir El Padrino, Sergio Leone aborda una monumental película de gángsters, que abarca más de cuarenta años de la historia de Estados Unidos y reinterpreta el género con su visión personal.

El silencio de los corderos. Dirigida por Jonathan Demme (1991)

¿Han dejado de gritar los corderos, Clarice? Con esta frase, Hannibal Lecter (Anthony Hopkins) se despide de la película, la mejor de las dedicadas al famoso asesino en serie. Una jovencísima Jodie Forster le sigue el ritmo en una película de género que no olvida la complejidad del alma humana. Nadie está libre de pecado o de culpa, pero todos son víctimas de la existencia. Jonathan Demme hace una película imperdible, emocionante y atemporal.

La lista de Schindler, dirigida por Steven Spielberg (1993)

¿La mejor película sobre el Holocausto nazi? Es muy posible que así sea. Entre la ficción y la realidad, Steven Spielberg nos regala todo el horror de una de las páginas más oscuras de la historia de la humanidad. Más de tres horas que parecen minutos y un abrigo rojo, reflejo de la conciencia del protagonista, que se ha convertido en uno de los símbolos del séptimo arte.

Pulp Fiction, dirigida por Quentin Tarantino (1994)

Pulp Fiction, de Quentin Tarantino, abrió el camino al éxito contemporáneo de las películas que juegan con el tiempo, dividiendo la historia en episodios y volviéndolos a montar de forma aparentemente causal. Un reparto coral, un derroche de homenajes y citas, un Oscar al mejor guión original y decenas de imitaciones.

The Big Lebowsky, dirigida por Joel Coen (1998)

Pocos personajes cinematográficos han tenido la suerte de Jeffery Lebowsky (Jeff Bridge), un personaje que ha entrado en la imaginación y en el mito. Los hermanos Coen escribieron y dirigieron una película difícil de clasificar, una mezcla de comedia, cine negro y crimen, surrealista y por momentos onírica. «El Nota», protagonista de la película, jugador de bolos y bebedor de ruso blanco. Un personaje que no te puedes perder.

Mystic River, dirigida por Clint Eastwood (2003)

Un thriller pero también una reflexión sobre la culpa y las implicaciones morales de nuestros actos. Sean Penn, Tim Robbins y Kevin Bacon están perfectos en sus respectivos papeles, metiéndonos en sus dolorosas experiencias de principio a fin, donde se revelan todas las cartas.